Vistas de página en total

jueves, 12 de noviembre de 2015

RESCATE K-9

Mi amigo, Antoñico Rincón, dice que encontrar a mi pastor alemán, Rex, en el contendor, junto a mi tienda,  ha sido una bendición para mi salud y es verdad. Por puro azar lo hallé, por la misma razón descubrí que tenia cualidades para trabajar y por pura chiripa fuimos encontrando gente que nos enseñó  a los dos, perro y guía, la técnica del rescate de personas. Hoy en día ya hemos estado en  activaciones reales,  así como  en un sinfín de simulacros, los cuales, nos han preparado para todo el protocolo de búsqueda y rescate. Somos un binomio hombre-perro bastante atípico (Un pastor alemán no es el perro ideal para el rescate, el pastor belga Malinois es la raza mas común por su funcionalidad y carácter y que decir de un guía que tiene mas años de la cuenta).  Con estos mimbres hemos construido un equipo que funciona, el corazón del perro y la paciencia del viejo, así somos. La búsqueda de personas no es solo un perro que busca y un guía que observa. La información es vital para comenzar el trabajo y finalizarlo con garantía. Los datos del desaparecido son básicos, su condición física y mental, el punto donde se le vio por última vez  etc., todos los detalles son buenos para configurar un perfil de la persona a buscar y así elegir el terreno más probable para su localización. Por desgracia, la búsqueda de cadáveres es otra variante a la que hemos dedicado horas de practicas, en este caso también es necesario configurar un perfil y un origen donde comenzar a buscar. La misión de una unidad de rescate es eliminar grandes espacios de terreno, al objeto de  restringir  la superficie de  búsqueda al mínimo. Ese es el trabajo real de un equipo de rescate, reducir el terreno, muy pocas veces las búsquedas son positivas (encontrar la victima). Para que el animal no se defraude y se aburra, se le hacen encuentros sorpresa con victimas ficticias que le entregan su mordedor, recuperando en el acto, energías para continuar con el trabajo. Los perros tienen un límite físico de búsqueda y el guía debe fijarlo. Muchas horas de entreno, juntos, hacen que este detalle sea importante para conservar en el perro la ilusión  por encima del resultado. La vida me ha cambiado desde que nos encontramos, pasamos  los días juntos: En la tienda esta siempre alrededor mío. Las tardes de la semana que puedo, nos vamos al campo a entrenar, buscar a algún amigo que previamente se ha escondido o simplemente a andar. Los  fines de semana paseamos, la parienta  Rex y yo, por la vega motrileña, tomamos café en alguna terraza y vemos la vida pasar tranquilos, esperando la siguiente vez en que nos llamen y poder ser útiles. Si, Antoñico, la suerte existe, para hombres y para perros. Mientras escribo, Rex  duerme plácidamente a mis pies, atrás quedan los tiempos  de miseria y  dolor, pasados en la calle, tirado en el contenedor por aquel hijo de puta. Descansa  tranquilo compañero, este es nuestro sitio. 

martes, 13 de octubre de 2015

LA MADRE

Dice el refrán que madre no hay mas que una, la biología se ha encargado de demostrar que tal aserto esta obsoleto. Los vientres de alquiler, por la vía meária, hacen que una mujer que no pueda tener hijos, ejerza la maternidad casi desde el primer minuto. Pasado un tiempo el niño nacido de un vientre de alquiler, será objeto de los desvelos de la madre realquilada como si de la biológica se tratara. La adopción es la otra forma de ser madre. Las circunstancias que impiden ser madre pueden superadas, dándose el caso de que un hijo sin madre  encuentre a la suya en alguien con el instinto maternal intacto. Historias de buenos hijos y buenísimas madres con un buen final, gracias a al  instinto maternal, superando  el mínimo obstáculo de la consanguinidad. La naturaleza contempla todos los días como animales de diferentes especies amamantan individuos que no son ni primos entre ellos. De esta introducción se deduce que lo del instinto maternal anida en cada mujer, otra cosa es que este activo y dispuesto a salir a flote, existen ejemplos deplorables donde no solo no aflora sino que se convierte en un lastre para los hijos. Hay mujeres extraordinarias que extienden su instinto y su amor, con pequeños gestos, a todo el que circula por su alrededor. El caso de Ángeles es uno de estos,  casada con el bueno de Paco Aníbal, el tipo peor encarado que ha pisado un bar, en contraste con la dulce Ángeles, su gesto adusto era su bandera (Bien es cierto los que lo conocíamos, sabíamos  que era un tipo amable y cabal, pero la mala cara era su pose diaria). Con el paso de los año Ángeles siguió a su marido en todos los bares que regentó, en las duras y las maduras. Cocinera infatigable, hacia magia con los aderezos, sazonandolos todos con su extraordinaria personalidad y buen carácter, nunca le vi un mal gesto. La muerte de sus seres queridos la  fue quebrando, pero ella siguió inhiesta, con esa clase que solo tienen las buenas personas, encajando los zarpazos que le dio la vida, la procesión iba por dentro. Casi en secreto observé la dignidad con que se fue manteniendo en pie. Cada vez que me paraba en la calle con ella, me preguntaba  por mi madre, tratándome como ella misma, su actitud   transpiraba maternidad por los cuatro costados. Nos conocíamos desde que yo era chico, sabia de mis hijos y de mi parienta como si fuesen suyos. Era la madre de sus dos niños, de su hija y de todo el que se arrimara. Así era Ángeles, buena y cariñosa, la verdadera base del un pueblo, su soporte vital, mas allá del teatrillo estúpido que sale en los diarios comarcales. Gente de pueblo, haciéndole la vida fácil a todo el que pasaba a su lado.  Ángeles se ha ido, dejando huérfanos de su cariño a mucha gente, sin ruido atravesó la laguna estigia, donde la esperan sus seres queridos, a  buen seguro disfrutaran de su dulzura de trato por los siglos de los siglos. Mientras, aquí queda su ejemplo,  para quien quiera tomarlo como modelo de vida. Buen viaje Ángeles.   

martes, 22 de septiembre de 2015

LA  ÚLTIMA FRONTERA

Las guerras traen subproductos propios del ejercicio desbocado de la violencia, dolor a sangre y fuego. Los paganos de tanta barbarie son los civiles, que por encima de todo y  en un primer lugar, tratan de sobrevivir en la tierra que los vio nacer, pero viendo de la imposibilidad de tal solución, se echan a los caminos, huyendo del sinsentido de la guerra. El desarraigo es el primer flagelo, consecuencia del abandono de la tierra y el sistema de vida tradicional. Un refugiado se convierte en un alma en pena, sin un plan definido, con una sola idea en la cabeza: huir de la barbarie. Durante un  tiempo  hemos visto las tropelías  cometidas en Siria por el ejército islámico. Cientos de miles de sirios han decidido huir de la guerra y de la destrucción más absurda, para ello se han dirigido, buscando cobijo, a las fronteras de la Unión europea. Por tierra mar y aire la riada de refugiados crece a cada hora. La última etapa de la hégira acaba a las puertas de una vieja Europa,  paraíso para  personas cuyo único delito es haber nacido en una tierra maldita. Frente a esta cruda realidad los estados se preparan para asimilar el golpe de ariete de una población de más de medio millón de personas, buscando acomodo en cualquier sitio, donde no haya un desgraciado que los degüelle por crímenes tan absurdos como fumar en público o ver la televisión extranjera. La Europa del bienestar estable, donde el que no tiene comida se la regalan, si no hay vivienda se le procura un techo, si no tienes dinero te dan una paga y si te pones enfermo te curan gratis. Sueño de tierra de promisión para criaturas que llevan años durmiendo presas del pánico entre explosiones y tiros de los contendientes de una guerra  donde el terror es el único huésped que parece engordar. La política común europea no está preparada para el reto de asilar a tanta gente, el mecanismo de decisión comunitario se mueve lentamente (algún día habrá que cambiarlos), mientras tanto, los refugiados se hacinan en una pequeña franja de tierra frente a la ultima frontera que los separa de una vida mejor. Pero no podrán espera eternamente, simplemente porque a los que ya están allí los arrollan los últimos que van llegando, el problema no hace mas que crecer conforme pasan las horas. Al otro lado, la gente vive a otro nivel, a un solo metro de distancia las diferencias son abismales, en el lado de Europa la vida segura y al otro lado la guerra. El hombre de la calle tiene que elegir entre dejar que el muro los proteja de la barbarie, dejando tiradas a personas iguales que ellos o tender la mano y hacer un acto de misericordia. Dentro de cada europeo se produce la lucha entre la comodidad y la acción. De lo que tu elijas dependerá que alguien deje de sufrir, pero si vuelves la cara con justificaciones estúpidas, Europa se mantendrá al margen, pero en ese momento, nos pareceremos un poco más a la gentuza que cercena cuellos unos cientos de kilómetros al este de la ultima frontera. Si nos movemos por egoísmo, abandonando a miles de personas del otro lado, no seremos diferentes de los que usan la gumía para cortar cabezas. Toda la catástrofe comenzó cuando los países civilizados, impregnados de ese buenismo absurdo, no le cortaron la cabeza a la hidra que es el estado islámico. Si los estados se hubieran se hubieran  lanzado a una guerra, las calles se hubieran llenado de manifestantes diciendo: No a la guerra. A ver lo que hacen ahora, con los enemigos lanzando oleadas de refugiados como un torpedo, al corazón de la vieja y no tan segura Europa. 

miércoles, 16 de septiembre de 2015

CARNE DE CAÑON

Todas las guerras se libran con ejércitos, entre las tropas sobresalen los que quieren luchar por la causa. Los primeros en dar la cara, los que antes caen en el intento, los más maltratados por los que mandan y los menos reconocidos, El voluntario civil es una persona que se ofrece a hacer un trabajo o cubre una responsabilidad, no estando obligado a ello. El voluntariado es un cuerpo social que da un paso al frente en el servicio a la comunidad, sin cobrar por ello. En cada pueblo hay minoría de personas que hacen su objetivo de vida servir, en mayor o menor medida a los demás, sin distinción de credo raza o nacionalidad. En buena lógica dicha actitud merecería ser ponderada y puesta en valor por el conjunto de la sociedad, pero generalmente no sucede así. Gracias a mi perro de rescate, me encuentro encuadrado en la agrupación motrileña de Protección Civil, ocupándome solo de estar preparado, para cuando una emergencia necesite de las habilidades de mi can, para buscar personas extraviadas, perdidas en el campo, en el escombro o cualquier entorno que se presente, a eso dedicamos muchas horas el binomio hombre-perro. Pero el merito es de esas personas, a las cuales  trato en la agrupación y que se ofrecen en cada servicio, atentos a cualquier emergencia en todos los eventos de la ciudad. Sin que nadie parezca percatarse, están presentes,dispuestos a ayudar en cualquier emergencia, sin pedir nada a cambio. Cuando las cosas se ponen ásperas, (como el incendio del puerto, el de Lujar o asistir a una patera) abandonan sus quehaceres y marchan, con buen animo, donde se les demande. El valor del individuo, puesto al servicio de la comunidad. Me consta, porque lo he oído alguna vez, que los críticos de sofá, ven con malos ojos lo que hacen estas personas (acaso sea porque los dejan en evidencia o porque el aburrimiento es muy malo), predicando aquello de que el barco no es mío y criticando de manera velada al humilde voluntario. Aparentemente no hay una razón para que estos últimos entreguen su tiempo y su sudor, aunque es mas sangrante y lastimoso que los otros se sacudan el muerto y miren para otro lado. En ambos casos no hay razón para hacer lo que hacen, pero no hay color, la dignidad de los voluntarios es apabullante frente a los solidarios de sofá. El caso es que desde la distancia (convivo poco con ellos), admiro la entrega y el valor de los voluntarios, que afuera aparte de su gran labor, tienen que tragar con los  avatares de la política y todo su sangriento equipaje(encima de que lo hacen por la cara, corren el riesgo de que se la parta algún irresponsable). Cada vez que hay un cambio político, preparan el ojete para el capricho del que se va y del que llega nuevo, el caso es que tanto unos como otros, desprecian la entrega desinteresada de los voluntarios. Parece como si todo se confabulara para mandarlos a su casa y que cedan en sus esfuerzos. Pero ellos, impulsados por su espíritu de lucha, eligen quedarse y pelear. Gente bragada, dispuesta a recibir hostias de la adversidad y de los que estorban. Valor sufrido de gente que cree en el individuo social, carne de cañón para las emergencias, a cualquier hora del día o de la noche. Historias de miserables y de gente digna, perdedores o ganadores, según se mire.     

martes, 5 de mayo de 2015

PERRERIAS

Una tarde cualquiera de la semana, Nerón y yo nos echamos a la calle para cumplir con el rito del paseo perruno vespertino, son casi las nueve de la noche y el perro tiene prisa por llegar. A paso ligero cruza el aparcamiento del mercado, meando con urgencia en cinco o seis sitios, no quita la vista del frente, la urgencia no es por mear es por llegar. Cruza al trote la plaza de los Agustinos y sale al recoveco del teatro Calderón, caga mirándome a la cara, da dos patadas sobre el piso y sale a escape para la Plaza de España,  paro a recoger  el mojón y lo dejo en una papelera. Tranquilamente me dirijo a la plaza, aquello es el paraíso perdido de los canes. Trece o catorce perros (a veces más), juegan entre si mientras los amos los observan. Los hay de todos los tamaños y todas las razas, todos parecen llevarse bien. Mi perro que ya tiene diez años, ha rejuvenecido desde que frecuenta la plaza, corre como un gamo detrás de la pelota entre los demás perros, ha recuperado las ganas de juego de antaño. Los dueños tratan a todos los perros con cariño, recordando el ambiente al de una guardería infantil. Los nombres de los perros habituales son asumidos por el grupo de personas como si fueran los dueños: La dulce Mikaela, el impresionante Bronco (un labrador negro), Lucas el bulldog supersónico, Kaiser majestuoso pastor alemán, Bruno el inadaptado del grupo, Tara la sensible, Noa la velocista, Fran el buena gente,  Dunia la indisciplinada, Arena el jugador, Niki el perro amable, boby el Beagle divertido, Luna la dálmata atlética etc.etc. Aparte de los habituales, todos los días se suma algún perro más al grupo, bien porque pasan por la plaza o porque vienen a quedarse. Cuando llega un perro nuevo se monta un ritual de admisión a la manada, todo quisque canino repasa el culo del recién llegado para introducirlo en su escala de olores. El perro/a soporta estoicamente el examen y oye los ladridos de Bruno, el perro más díscolo con esto de conocer gente nueva. La convivencia canina producto de la socialización animal funciona en esa plaza, los egos de los dueños se dejan  fuera, instinto de manada regulada por canes y dueños. De vez en cuando, la protesta de algún viandante, distorsiona el ambiente apacible del centro de la plaza. Todo producto de los prejuicios basados, fundamentalmente,  en esa fauna que no recogen los excrementos de su perro, nada que ver con esta gente que trata bien a su pueblo y a sus perros. Mañana del día dos de mayo, saco a pasear por las Explanadas a Nerón, una inmensa montaña de desperdicios corona todo el jardín central del paseo y las dos vías de los lados. Dos mujeres de la limpieza pelean contra la mierda rampante, me dicen que han llenado dos contenedores y le quedan otros tres más por lo menos. Ante tanto desperdicio, opto por tirar del perro e irme a pasear por otro sitio. Después de ver lo que somos capaces de hacer los humanos yo tengo una pregunta: ¿De verdad la culpa de la suciedad en las ciudades la tienen los perros? Mientras escribo esto, mi perro duerme apaciblemente a mis pies, de vez en cuando abre un ojo controlando la luz de la ventana, espera su hora de Plaza. Hoy no podemos ir compañero, hay cruces y mañana basura. 

jueves, 16 de abril de 2015

EL NOMBRE DE LA CRIATURA

¡Luk! ¡Ven aquí! No es una frase de la guerra de las galaxias, estamos en la Explanadas, dando un paseo, una madre se dirige a su niño en ese término. El chiquillo juega con otros niños y la madre espera pacientemente para darle la merienda. Por lo que se ve, ha quedado obsoleto aquello de ponerle el nombre del padre, el de algún abuelo o cientos de nombres que nos ofrece el santoral, hay que ir más allá, clavarle el nombre a dolor al infante. Este, desde que nace, añade, a este valle de lagrimas, la obligación de arrastrar la lacra nominativa y ocurrente de unos padres con mucha personalidad el resto de su vida. Esto no quiere decir que no haya nombres en el santoral que son auténticas puñaladas traperas, todos conocemos algunos nombrecitos que han condicionado el espíritu del que lo lleva puesto, hasta dejarlo arrugado como una pasa. No es de extrañar que algunos Rivaldos hayan huido a Brasil a ser felices, por fin, dejando atrás a su actual familia por sentirse totalmente incomprendidos. Es la historia de  uno de ellos, licenciado en genética, ciento diez kilos de peso, amante  de la música clásica y con  la desgracia de tener un padre ocurrente, frutero y forofo de un futbolista. Toda una vida nadando a contra corriente, por culpa de una apresurada y alegre decisión nominativa (como no la sufres tu qué más da, el caso es demostrarle al mundo lo original que eres). Antiguamente, dada el alto índice de natalidad, las posibilidades de colocarte un nombre raro  aumentaban según el orden de nacimiento. Con el primer hijo la cosa estaba clara, se llamaba como el padre o la madre, el segundo era como las abuelas o los abuelos, el siguiente como el del padrino o la madrina, pero cuando era una familia de diez hijos siempre quedaba el recurso de ponerle el santo del día, lotería criminal, en virtud de la cual, te puedas encontrar a algún: Honorario, Ataulfo, Ladislao, Pantaleona, Fidelfo y una larga lista de destrozos nominativos, verdaderas lacras que han marcado  la vida de los que cargan con el nombrecito, por mucho que ellos sostengan lo contrario. El hecho diferencial está bien pero sin pasarse. Hace poco han llegado  noticias  de nuestro Rivaldo, el que marchó a Brasil. Son muy buenas, se ha casado con una escultural mulata, de esas que llevan un bikini pequeño, tamaño diapositiva, ha encontrado trabajo en lo suyo y van a ser pronto padres de un hijo al cual van a poner de nombre Manolo, para que  emigre a España, huyendo del puteo que le harán los brasileños llamándole Manoliño. Ósea que hay vida después de que te maldigan con un nombre raro, Brasil ha sido la tierra prometida para Rivaldo. Así las cosas me pregunto yo:  ¿Dónde irá el joven Luk a buscar la suya? 

martes, 24 de marzo de 2015

EL HECHIZO DE LAS HADAS

Los niños de nuestra quinta adolecíamos de juguetes electrónicos, no había consolas ni herramientas  electrónicas que nos distrajeran, de tal manera que dedicábamos gran parte de nuestro tiempo a hacer el cafre, dando bandazos por las calles de Motril y a oír contar historias o cuentos  tanto del contorno como los que venían de fuera. Las hadas, según todas las historias, eran de dos clases: las buenas buenísimas y las malas asquerosas. Ambas dos tenían cabida en las historias, dándose el caso de coincidir  en el mismo cuento, cada una cumpliendo con su papel. En mi cabeza ha quedado el sinónimo de hada como la de  conseguidora, arreglando asuntos con su varita mágica, haciendo fácil lo que parecía imposible. Una de las hadas  madrinas más famosa puede que sea la del cuento de Cenicienta, con un puñado de ratones y una calabaza, a fuerza  de varazos (de buen rollo),  apañó una carroza de caballos a todo plan, así , como el que no quiere la cosa. Cuando nacemos, nuestros padres nos buscan los padrinos, para mí, mi madrina ha sido  lo más parecido a un hada que me he encontrado en la vida: Rosario Hernández, casada con Don José Aguado, médico de los de antes, hombre bueno donde los haya y a su vez mi padrino. Llegar a casa de la madrina, en la calle San Francisco, era entrar en otro mundo, subías las escaleras y te encontrabas con el gentío que vivía en aquella casa, toda organizada por la misma persona, desde lo que había dar de comer para toda la  caterva (más los que se apuntaran), hasta el detalle más pequeño. Todo con un humor hilarante, cercano a la payasada en cuanto había oportunidad. En tiempos donde los bancos eran instituciones serias, como entonces no existía internet se daban conformidad a los talones y demás documentos de pago por teléfono. Ocurría una cosa curiosa: El número de aquella casa era muy parecido al de un banco motrileño, se pasaban los días dando explicaciones: No, se ha equivocado usted esto no es un banco, que se habían equivocado, de hecho, cualquiera que cogiera el teléfono, hasta yo, dábamos la misma explicación. Cuando la frecuencia de consultas subía, harta de dar explicaciones, tomaba el toro por los cuernos y se dedicaba a dar conformidad a los talones con desparpajo, cuando colgaba comentaba: A ver si así cambian el teléfono del banco (nunca pensó en cambiar ella el número). Para mí era un mito, el cual se acrecentaba  la fecha  de mi cumpleaños, cuando me soplaba cien pesetas, un capital en forma de billete marrón (cuando fui creciendo cambiaron  los colores del billete). Madrina te debo este artículo porque tú formas  parte de mi paisaje emocional. Enseñándome ese espíritu indomable, fortalecido por la gracia torera que tienes, siempre dispuesta a hacerle frente a lo que toque, sin volver la cara. Por aquellas tortas de sol y sombra del horno de Aguado, por dejarme jugar en el corral y por muchas vivencias más, pero sobre todo haberme regalado durante toda mi vida, la amistad incondicional tuya y de toda tu familia. Además y afuera aparte: el regalo extra de tu hijo Fernando, a la sazón mi compadre y amigo del alma. En definitiva por hacer magia blanca con  el sentido del humor y el cariño que le has puesto a todo lo que has hecho. Mi madrina está muy mal de las piernas y pasa los días rodeada de los suyos. La cabeza le funciona a cien por hora: Sus reflejos son puestos a prueba cada vez que alguna tele-operadora llama preguntando por su difunto marido: Esta de crucero, le explica ella muy educada. ¿Y sabe usted cuándo volverá? Pues no, porque no puedo ponerme en contacto con él. Gracia natural, sin conservantes ni colorantes. A estas alturas tú sigues siendo  mi hada madrina.

miércoles, 4 de marzo de 2015

EL MOJÓN

Señal permanente que se pone para fijar los límites de propiedades o territorios, eso es un mojón. De un tiempo a esta parte, a la gente le ha dado por poner mojones a diestro y siniestro, como parte de un deporte de lo más absurdo que se pueda encontrar. Un mojonero de actualidad, quizás el más famoso, es el President de la Generalitat, señor Mas. El hombre  empuja el mojón catalán, tratando de poner el límite de la Cataluña histórica cerca de Almería, jaleado por historiadores buscados a jornal que le dan la razón. Tan sesudos intelectuales explican la razón por la cual Benidorm fue colonizado por los descendientes de Wilfredo el velloso. Según la nueva teoría pillada a lazo, la mujer que le hacia la cera al susodicho conde, procedía de la colonia germana que ya  allá por el año 875 de nuestra era, se bañaban cerca del Marina Dors de ese tiempo. El mojón es una piedra que la dejan en un sitio y con el paso del tiempo coge vida propia, comenzando, poquito a poco a caminar,  generalmente en la dirección del que menos atención le preste. Cientos  de pleitos alrededor de una piedra móvil que un día, fruto de la armonía, pusieron dos linderos de buena fe para que luego, generaciones de listos se encarguen de desplazar sibilinamente, hasta cuadrar el terreno a su interés. Pero  no acaba la cosa aquí, se pone peor: Con la tradición que tenemos de repartir las tierras entre nuestros deudos, lo que era de uno se divide por dos, tres, cuatro u los que sean menester y así una generación tras otra. Tanto repartir ha dado lugar al minifundio como la actividad agrícola más importante de nuestra tierra. En algunos sitios se da una suerte alternativa denominada  mierda-fundio, lo que viene siendo una suerte de sembrado de mojones con tierra en medio, acabando este sistema, con  el destrozo más absoluto de la actividad agrícola en algunos pagos de nuestra comarca. Dada la escasez de tierra, los sindicatos del campo han cambiado el viejo slogan de: La tierra para el que la trabaja, por: El mojón para el que lo desplaza. Nuestra manera de administrar las herencias ha dado lugar a un daño económico muy parecido a un cáncer, acabando este con las posibilidades de cientos de puestos de trabajo que existirían de no haber fraccionado tanto la tierra. De lo que uno, en sus cartas luces, deduce que el latifundio puede ser perjudicial pero lo contrario es tanto o más pernicioso. No quisiera terminar este artículo sobre los mojones, sin  hablar de otros especímenes de mojón que se da por esta zona, gracias a gentuza que no recoge los excrementos de su perro. Esta gente también nos cuesta el dinero en servicios de basura que pagamos todos, afuera aparte de la insalubridad que provocan. Los niños no tienen culpa de que un indeseable se escaquee de recoger la mierda de su perro. Moraleja: si quieres un perro que no cague, cómpratelo de peluche. Soplapollas.

miércoles, 18 de febrero de 2015

 San Valentín Ton

Cuando hacen las cuentas los de las tiendas de regalos, marcan en rojo la fecha: catorce de febrero  día de los enamorados, día de pelotazo. Los fabricantes de joyas tienen una cadena de montaje de corazones de distintos pelajes y peajes, tratando de poner al alcance de cualquiera, la joya que va a hacer triunfar al primo de turno. Las floristerías hacen acopio de rosas y demás floripondios esperando que los arranques amorosos den para muchos ramos. Mención aparte merecen los desgraciados/as que se han conocido hace poco y están formalizando su relación por estos días, ahí tienen que echar el resto, su primer baile, su primera cena, su primer beso, el primer kiki  etc. Todo parece marchar según lo previsto, pero llega el primer fielato de la relación, las semifinales de copa de parejas, el ser o no ser de la relación. Como la cosa se tuerza, la historia  puede acabar en  un lo que pudo ser y no fue. Cuantas relaciones se han roto porque un listo ha dicho eso de: ¨Yo no creo que haya que regalar en un día especifico¨  ¿Tú no lo crees? Al día siguiente estabas solo, porque ella se había dado cuenta de que  solo te quería como amigo (esa es la explicación oficial, la buena es que no te habías estirado). Así están las cosas al  pobre desgraciado se le amontona el trabajo: Mira la economía que tiene y se tira a la calle para remontar la primera crisis de una relación naciente. Desorientado y preguntándose cómo ha llegado a esto, si hace dos días estaba tan apretado contra la muchacha, agustico, mirándose a los ojos y pareciéndole que el tiempo se había parado, intuye que si quiere pasar la eliminatoria, no queda otra que regalar y pasar el trago como sea. Si  San Valentín levantara la cabeza le daba un flato: Aquel obispo que casaba a jóvenes romanos a escondidas hacia el sigloIII, en contra del criterio del emperador Claudio II (su teoría era que los soldados solteros hacían mejor la guerra, en consecuencia prohibió el matrimonio a la milicia), siendo, finalmente, martirizado por tal actividad. Aquel santo se ha convertido en árbitro de una final de copa del amor, que como todas las finales, puede acabar bien o como el rosario de la Aurora. Esta podría ser la versión masculina del santo del amor, lo de las mujeres va por otros derroteros, los cuales no adivinaría ningún hombre (ni el santo tiene cojones a entenderlas). El caso es que los desgraciados que logran pasar indemnes el primer San Valentín han dado pruebas de su capacidad amorosa, pero hete aquí que la historia se repite el año siguiente y al otro y al otro. No se acaba nunca, la historia continua yo he cumplido con la parienta treinta y cuatro Santos y todavía paso fatigas para empatar, lo de la semifinal de copa acaba uno descubriendo, con el tiempo, no dura ese día, te pasas la vida pasando eliminatorias por los pelos. Es la copa de Europa del amor pero no es el la única competición que juegas, acuérdate del día de la madre, mientras tus hijos son chicos también te pertenece (la copa de la EUEFA) o que cualquier día sin venir a cuento te dan un susto sin verlas venir. Una liga del amor que han implantado el Corte Inglés y todo el sector del regalo. Como decía un castizo: Permita Dios que se lo gasten en MEDECINAS (medicinas en lenguaje de aquí).