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sábado, 16 de marzo de 2019


REENCARNACIÓN

Coloquialmente, se podría decir del  resultado del salto del alma de un cuerpo fenecido a otro recién estrenado, eso es, chispa más o menos, el concepto de reencarnación. El modelo varía según las distintas religiones, todas tienen en común que hay que ser muy bueno, si no pasan cosas malas: Desde que desapareces, en el peor de los casos, hasta que te reencarnas en un bicho asqueroso. En general, las religiones tienen su reglamento de vida. Bien manejado, suele ser una guía de comportamiento ético: Toda buena acción tiene consecuencias buenas, por el contrario cualquier barrabasada, tiene un final chungo. Los budistas tienen tiene su plan, de tal manera que un saltamontes si  fuera un buen insecto, en su siguiente vida ascendería a rana, si esta  eligiera ser una rana del montón, croando en la charca, comiendo  moscas y tener gusarapos; Al final de su vida sería un conejo, este a su vez, viviría comiendo hierba y teniendo encuentros amorosos hasta que un desgraciado día, le echara mano un galgo. Al volver del  ignoto paraíso, se podría dar el caso de que lo reenviaran la tierra en forma de… ¡perro¡. Si  fuera bueno toda su vida, moviendo la cola, oliendo culos y cuatro cosas más, podría pasar que su siguiente reencarnación fuera un hombre y aquí es donde viene la complicación: si por desgracia  sale político, su siguiente vida volvería al principio de la cadena o al desguace de almas (los católicos lo llamamos limbo). Ya puestos, se podrían hacer quinielas sobre lo que serían en su próxima vida personajes públicos: Trump (Una babosa del tirón) Iker Casillas (Santo, este es fácil), Paulina  Rubio (muda). Un buen pasatiempo, hacer cuentas  de que será en su siguiente vida Cristiano, Messi o cualquiera que se te ocurra. Pero todos conocemos, en nuestra vida cotidiana, gente esforzada, sufridora, a los que la vida les paga con  desgracias y contrariedades, sin embargo, ellos responden con dignidad. Gigantes haciendo pequeños a los demás  ,que no tenemos que cargar con sus cruces pero vivimos rodeados, inundados, saturados de quejas de mierda. Vidas calladas y luchadoras que se van al otro barrio, cansadas, ajadas de la pelea, soportando el castigo con paciencia y resignación. Las más valiosas, la cúspide de la reencarnación. El reglamento parece  que  les vuelve a dar ,una y otra vez, la tarea más dura porque son  los imprescindibles . De modo que cuando veas a ese padre empujar  la silla de ruedas de su hijo, con parálisis cerebral, ya sabes cual te digo: Ese que saca a su hijo a tomar el sol o el caso de  esos padres  viviendo en el hospital desde que nació su hijo, turnándose en el reparto de la carga. Vidas mudas, sin ruido, con mucho dolor y mas resignación. Míralos con profundo respeto y piensa: ¨ Ahí van dos héroes¨ .Mucho mejores que los que salen en la tele y en los periódicos.