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jueves, 9 de febrero de 2012

Tiritando



Mañana de sábado, ni el perro se atreve a salir a mear, las noticias avisan de que  estamos a cero grados en la costa. Arranco a tiritar, es lo que tiene estar informado, hace un rato tenia frío, pero ahora ya sé cuanto, mucho peor ¡Donde va a parar!. El ejemplo del frío se extiende al resto de las  noticias, pasa con el déficit, el problema nacional. En todos lados hay déficit; en cada casa hay déficit, en  el pueblo, en las mancomunidades, en las comunidades autónomas, en el gobierno central y hasta en en cada equipo de fútbol de cualquier categoría, vivimos nadando en la abundancia ….de déficit. Yo no soy el mas indicado para dar lecciones de economía pero si me atrevería a citar la definición de  la R.A.E: La cantidad negativa que resulta cuando los gastos o débito son mayores que los ingresos o crédito, lo que viene siendo, en cristiano, que gastas mas de lo que ganas. La idea es clara, sencilla y diáfana, tu ingresas diez y te gastas, como máximo diez, si acaso algo menos, en previsión de cualquier contingencia, así debiera ser, pero la realidad es otra. La cultura que nos ha metido en la trapisonda actual, ha dado la espalda a algo tan sencillo, como tratar de vivir con arreglo a nuestras posibilidades. Había algo perverso en aquella moda de consuma usted que algo queda, da igual que no disponga,cómase su futuro en cómodos plazos, no lo veíamos, tan embebidos estábamos, que cuando quisimos acordar, ya nos tenían atrapados  en la red del consumo. Declaraciones de  gurús económicos,dando pautas para calentar el consumo con ofertas disparatadas, si fuesen necesarias. Lógicamente las administraciones tomaron la misma deriva, vendiendo como adelantos cívicos lo que era un puro adelanto dinerario, usease que se comían el dinero de las próximas generaciones, para dar  una buena noticia, manque estuviéramos tiesos, daba igual, eso según algunos artistas de la política-folclore, es el progreso.
Echarle la culpa a la clase política es  lo mas derecho, pero deberemos de reconocer que ellos han hecho de su capa un sayo, gracias a nuestra dejadez, han huido del control de la sociedad gracias a  la renuncia expresa que hemos hecho de nuestra  obligación de controlarlos. Cuando un político dice que tenemos que tener mas déficit, esta diciendo que nos endeudemos mas, que nuestros hijos, nietos y bisnietos paguen nuestras gracias, el tipo hace estas declaraciones porque son gratis, no hay tonto que le tosa. Si tiene cojones que vaya a su casa y le diga a la parienta que se va a comprar tres chalés con una hipoteca descomunal y que ya lo pagaran sus nietos, de las dos hostias que le dan, no le queda lengua para volver a pronunciar la palabra déficit, en treinta años. 
. Si tirar el dinero ha llevado a miles de familias al borde de  la ruina, lo justo sera que el estado y los bancos  también, se aprieten los cojones con las ingles y apechuguen con lo que se les viene encima, alguna vez tendremos que cambiar el signo del partido. Impedir  a los políticos, sean del color que sean,  hagan lo que les de la gana con el dinero publico. Nuestra obligación como ciudadanos se extiende mas allá de ir  al supermercado  los sábados a cargar el carro con viandas. El resto de la semana, deberemos participar en la vida del pueblo y esto incluye, aunque no nos guste, meter las narices en el cocido político, o por lo menos echarle un vistazo de vez en cuando. No sea que se enfríe y acabemos, una vez más, tiesos y tiritando.

sábado, 4 de febrero de 2012

LA VIDA EN EL PARAMO


A cierta altitud, la vida se hace dura, en la zona andina y a partir de 2900 metros, el clima deja poco margen a la naturaleza, durante la noche el frío es extremo y de día tuerce a clima cálido, el paisaje es agreste y desolador, así son las cosas en el páramo . A pesar de la apretura climática, la fauna y la flora se han adaptado, logrando que el milagro de la vida remonte rotundo, sobreponiéndose a todos los inconvenientes. Tiempo de páramo vital nos esta tocando vivir, todo se pone en contra, el hombre de la calle se desayuna todos los días con noticias sociales y económicas aterradoras. Constantemente nos recuerdan que somos camarones, bailando entre corrientes extrañas, de origen desconocido. La atmósfera que respiramos se hace abrasadora, por la pura presión de los dramas familiares, nadie esta a salvo, ninguno es intocable. Páramo vital, territorio hostil, donde pugnan los buenos y malos sentimientos, las mejores y las peores acciones; lo mismo te encuentras alguien que comparte lo que tiene o algún cabrón que explota y abusa de los demás, el clima social se hace cada vez mas extremo. La sensación de abandono hace mella en la masa; aquellos artistas que despilfarraban el dinero han desaparecido, solares donde se amontonan los coches de lujo embargados, cementerio de sueños sobre ruedas, victimas de la glaciación económica . Los bancos , en su huida,queman territorio económico, tratando de salvar el culo (el suyo de él), los empleados y clientes que caigan en la retirada les importan un huevo. De toda la ruina, solo parece haber un culpable, el tipo de la calle, el resto son hermanitas de la caridad. Los sindicatos y asociaciones empresariales no han tenido nada que ver, el desempleo lo hemos creado nosotros, pobre muñecos de pin-pan-púm, al servicio de una oligarquía, propia del siglo XIX .Nuestros campos baldíos, son testigos del desastre al que nos arrastraron, animándonos a vender las tierras para apartamentos, de un turismo que ahora no tiene cojones ni de pagar la luz de la cochera. Pero los políticos insisten, no se cansan, venden la milonga del turismo como fuente de negocio. Cada vez que pueden meten cuña, esperan un pelotazo que nos suban los biorritmos, como los malos jugadores de lotería, tratando de remontar con la suerte de los tontos . En un país donde solo trabaja el 59 % de la población, nos va a costar trabajo llenar los puestos de atraque de la marina,que quieren construir en Motril, no quieren mirar las ya existentes, en ellas se dejan tirados los barcos, por falta de pago. Nunca debimos de abandonar nuestra vega y sus cultivos, una de las muchas razones que nos hacían parecer una república independiente, ahora transformada en reserva india, viviendo del subsidio. El dinero rápido convence a cualquiera, solo hay un problema: Lo mismo que viene....se va. La vida en el páramo es extrema pero curte a los supervivientes. Una tarde de esta semana, tomaba café en el Rex, pasó un grupo de chiquillos entre risas y alegre jolgorio que, por un momento, logró llenar la tarde de colorido, los gestos en la barra se aflojaron, todos los parroquianos sonreían. La esperanza es lo ultimo que se pierde, uno es de esos tontos que confían que la vida termina por triunfar en el páramo, amen.