CARNE DE CAÑON
Todas las guerras se libran con ejércitos, entre las tropas sobresalen
los que quieren luchar por la causa. Los primeros en dar la cara, los que antes
caen en el intento, los más maltratados por los que mandan y los menos
reconocidos, El voluntario civil es una persona que se ofrece a hacer un
trabajo o cubre una responsabilidad, no estando obligado a ello. El
voluntariado es un cuerpo social que da un paso al frente en el servicio a la
comunidad, sin cobrar por ello. En cada pueblo hay minoría de personas que
hacen su objetivo de vida servir, en mayor o menor medida a los demás, sin
distinción de credo raza o nacionalidad. En buena lógica dicha actitud merecería
ser ponderada y puesta en valor por el conjunto de la sociedad, pero
generalmente no sucede así. Gracias a mi perro de rescate, me encuentro
encuadrado en la agrupación motrileña de Protección Civil, ocupándome solo de
estar preparado, para cuando una emergencia necesite de las habilidades de mi
can, para buscar personas extraviadas, perdidas en el campo, en el escombro o
cualquier entorno que se presente, a eso dedicamos muchas horas el binomio
hombre-perro. Pero el merito es de
esas personas, a las cuales trato en la
agrupación y que se ofrecen en cada servicio, atentos a cualquier emergencia en
todos los eventos de la ciudad. Sin que nadie parezca percatarse, están presentes,dispuestos a
ayudar en cualquier emergencia, sin pedir nada a cambio. Cuando las cosas se
ponen ásperas, (como el incendio del puerto, el de Lujar o asistir a una patera)
abandonan sus quehaceres y marchan, con buen animo, donde se les demande.
El valor del individuo, puesto al servicio de la comunidad. Me consta, porque
lo he oído alguna vez, que los críticos de sofá, ven con malos ojos lo que
hacen estas personas (acaso sea porque los dejan en evidencia o porque el
aburrimiento es muy malo), predicando aquello de que el barco no es mío y criticando
de manera velada al humilde voluntario. Aparentemente no hay una razón para que
estos últimos entreguen su tiempo y su sudor, aunque es mas sangrante y
lastimoso que los otros se sacudan el muerto y miren para otro lado. En ambos casos
no hay razón para hacer lo que hacen, pero no hay color, la dignidad de los voluntarios
es apabullante frente a los solidarios de sofá. El caso es que desde la
distancia (convivo poco con ellos), admiro la entrega y el valor de los voluntarios,
que afuera aparte de su gran labor, tienen que tragar con los avatares de la política y todo su sangriento
equipaje(encima de que lo hacen por la cara, corren el riesgo de que se la
parta algún irresponsable). Cada vez que hay un cambio político, preparan el
ojete para el capricho del que se va y del que llega nuevo, el caso es que
tanto unos como otros, desprecian la entrega desinteresada de los voluntarios. Parece
como si todo se confabulara para mandarlos a su casa y que cedan en sus
esfuerzos. Pero ellos, impulsados por su espíritu de lucha, eligen quedarse y
pelear. Gente bragada, dispuesta a recibir hostias de la adversidad y de los
que estorban. Valor sufrido de gente que cree en el individuo social, carne de
cañón para las emergencias, a cualquier hora del día o de la noche. Historias
de miserables y de gente digna, perdedores o ganadores, según se mire.
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