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viernes, 8 de marzo de 2013


CARRIL DE POLLAS EN VINAGRE

Tan bonico, con el piso color rojo fuerte,  rayas blancas pintadas , el carril bici mola, aislado del trafico automovilístico, preservando a los ciclistas de riesgos imprevistos....o no. Yo no soy ciclista profesional, a mi no me echaron mano en la operación puerto. Para ser exactos, se podría decir que soy usuario de la bici, lo que vienen siendo un traidor, usease que el velocípedo  me lleva y me trae por todo el pueblo. En el resto de Europa, por el carril bici no van mas que bicicletas, como su propio nombre indica. Una vez, mas lo que sirve para el resto del mundo a Motril se le queda corto, nosotros hemos convertido el carril bici  en un mundo de actividades, lo mas parecido al parque de la Warner que se despacha en tan poca superficie. Con las primeras luces del día comienza mi día ciclista, ir al trabajo en bici es satisfactorio, enciendes el farolillo de delante y el de la culera, con sus alegres y  llamativos destellos, avisando al personal  por donde vienes. Pero hete aquí que  el carril bici lo han usado, la noche anterior, los perros del contorno para cagar y los cabrones de los dueños para hacerse el loco y no recoger la mierda. Tienes que ir ojo avizor, si pisas  la majada de un chihuahua ni lo notas, pero como te toque la de un gran danes, te puedes quedar pegado o caerte y lo mas jodido: tropezar y caerte encima de otra mierda. El diseño del carril tampoco ayuda, sospecho que el encargado de dicha labor era un tartajoso, fragmentos inconexos de carril se extienden por todo el trazado. De pronto desaparece, te quedas sin carril y luego aparece  quinientos metros mas allá. Llegar al siguiente tramo es una aventura en si misma, te tienes que jugar el bigote con maña, pisando terrenos de coches, peatones y hasta personas. No acaba aquí la cosa, afuera aparte de usarse para que caguen los perros, te puedes encontrar con  toda una caterva de marujas andando con marcialidad en mitad del carril, que uno ha llegado a pensar, en lo que va haciendo slalom marujil, si no sera por el color del piso, las buenas mujeres piensan, en su candidez, que les favorecen los reflejos de color en  el  chándal (algunas vestidas como para herir los sentidos). Corredores de maratón pisando en rojo, niños en coches de baterías, seguidos de abuelos estilo arriero. Aparcamiento en las avenidas para huevones que esperan a la mujer en la puerta del super( no hay que ser cabrón). Señoras mayores que pasaban por allí etc. etc. Visto lo visto, algunos integrantes del colectivo ciclista se toman la justicia por su mano,de modo y manera que por las aceras mas concurridas, se pueden ver espectaculares adelantamientos  a cargo de jovenzuelos intrépidos, que no cambian el gesto al pasarle a un peatón a menos de diez micras de distancia , con su briosa bicicleta (la cara del pobre hombre es todo un poema). Vivir en nuestro pueblo tiene su gracia y con el tiempo nos pondremos al parejo del resto de Europa.Por estas veinticuatro horas nuestro carril bici son pollas en vinagre, en expresión castiza de Manuel, un conocido y sin embargo amigo, nacido en la capital de la mala follá.