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miércoles, 23 de enero de 2019


AL DINERO

Es la expresión utilizada por los pacientes cuando quieren explicarte que, obviando la sanidad oficial,  han acudido buscando solución por su cuenta.  Tales aseveraciones, se suelen hacer en relatos de cómo se salvaron de una muerte cierta, gracias a su cartera. La sanidad pública  ha sido objeto de controversia desde siempre, el comienzo de la historia fue en el año 34, siendo efectiva en el 42. El concepto gratuito es engañoso, no se trata de que todo el que trabaja en ella lo haga por amor al arte, antes bien, todos cobran  o al menos, debieran  cobrar de acuerdo con su esfuerzo. Esta obviedad se nos olvida pronto, dedicándonos a pedir sin mesura una sanidad xxl, como si no costara nada. ¡Hombre¡ me podrá usted decir, ¨Eso nos es así, el que está enfermo, solo quiere curarse¨. Contra esa aseveración no vale la pena ni siquiera replicar, pero yo quisiera saber que implicación ha tenido el paciente en ponerse enfermo y por qué regla de tres, el sistema se tiene que colapsar gracias a eso. Pondré varios ejemplos gráficos: Un individuo que se fuma siete paquetes de cigarrillos al día, al cabo de los años, usa la sanidad pública para que lo cure de una enfermedad crónica. Durante todo ese tiempo ha desoído todos los consejos y oportunidades para dejar el tabaco y  llevar una vida sana, pero en ahora demanda  una solución a todas luces imposible, nunca va a tener los pulmones como cuando chico.  Una persona que sale a pasear en su moto, sin casco y circula a 200 por hora, cuando se pega un estacazo, es tratada con todas las posibilidades del sistema, llegado ese momento, la sanidad hará lo humanamente posible por salvarlo, no seria de recibo exigir un hotel de cinco estrellas ni ponerse tikis mickis con el servicio recibido. Pero voy más allá, desde que nacemos hasta que morimos, estamos en manos de la sanidad, nuestro sistema es uno de los mejores del mundo, sino el mejor. Esto debiera incluir el crematorio de cadáveres, como el último eslabón de la cadena. Pero hete aquí que algunos pueblos, tuvieron al alcance de la mano, el tener un crematorio que hiciera más leve el trago a las familia y renunciaron a él porque era molesto (imagina los comentarios de alguien que quiere que quiten el hospital de donde está por la molestia que supone y los riesgos de infección que pudieran darse, lo menos que le dirías es que es un troglodita). Hay manifestaciones muy legítimas, reclamando mejores servicios sanitarios, pero pocas he visto yo para que se reabra el crematorio o que la gente se no se fume cuatro paquete de ducados diarios. En fin, la disidencia acaba resultando un continuo preguntarse porque nos usan para unas guerras y dejan pasar las que tenemos ahí al lado. Cuando tu familiar se muera en Motril, buscaras un sitio donde lo quemen a decenas de kilómetros de tu pueblo, y no te quejarás, y tragarás, y no dirás nada. Bueno si, dirás que has quemado tú difunto al dinero y lo que es peor: En el quinto coño. La salud publica debería cargar solo con lo que corresponda, de que tú te hinches de morcillas hasta reventar, te lo pagas tú de tu bolsillo o  de los de la familia. Entonces, amigo mío, la sanidad seria, publica, universal y responsable.