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martes, 5 de junio de 2012

INSULTOS IGNIFUGOS


Aquí todo el mundo opina, da igual de qué, siento hastío al oír en cualquier discusión, la temida frase de afirmación personal: ¨ Es que mi opinión es tan respetable como la de cualquiera ¨. No hijo/a no, si no tienes ni puta idea de lo que estas hablando, tu opinión no vale, por muchos cojones, adobados con respeto, que le pongas,  nos ha entrado la manía de opinar al repullo, por si acaso y sin sentido. Ya lo decía mi padre (todos los dias me acuerdo de ti): Lo malo se aprende pronto, que razón llevaba. Se ha desatado una epidemia de opiniones sin fundamento, fruto del mal ejemplo de los tertulianos que han invadido nuestro universo. Cualquier cebolla se hace cruces sobre la prima de riesgo, aunque le hayan dado  el graduado escolar por acumulación de quinquenios (otro mas que piensa que su opinión es muy respetable). Pero hay veces que la realidad supera a la ficción,  la otra tarde, esperando a los futbolistas, en el patio del colegio, presencié una conversación curiosa entre dos matronas. Una maruja le comentaba a la otra que por muy homosexual que fuera fulanito, no se le podía llamar maricón, pues eso era un insulto ignifugo, tuve que dar media vuelta para poder reírme; la buena mujer se había equivocado, evidentemente había querido decir homófobo. De vuelta al interior del colegio, allí seguían las dos, dándole a la sin hueso, empeñadas  en tan pintoresco pleito ¨ Es que llamarse así, solo pueden hacerlo entre ellos ¨, la otra mujer intentó razonar al hilo de la conversación: Pues si entre ellos se llaman  maricón, eso es un insulto ¡Si! ¡Pero no es ignifugo¡ ¡Los dos son de la misma condición¡ Contestó triunfante, la que llevaba el control de la situación. Me faltaba el aire, otra salida al sol, para coger una bocanada y volver ligero, a ver como iba la cosa. Las dos sentaicas en el banco se habían tranquilizado, tan fresquitas, a saber como empezó la conversación, el caso es que habían parado y estaban calladas, me estaban jodiendo la tarde, ahora, que ya le estaba pillando el hilo…, Les eché un capote por si hacían por él ¿Y se puede saber de quien estamos hablando?  Si hombre si, un vecino mariquita, lo ves tú todos los dias, cuando subes en la bici. Mujer no le digas mariquita, le dijo la otra, eso es un insulto de esos, a lo que contestó la otra con desparpajo ¨ Yo le digo lo que me da la gana porque es mi vecino ¨ , si no ya me guardaría yo. Claro, le contesté, si no fueras su vecina seria un insulto...como se dice... Picó al tirón ¡Ignifugo¡ exclamó triunfante, ¡Ahí esta¡ remaché. La cara de satisfacción de las dos, al ver que lo había entendido, no se puede tener mas arte, habiendo tantísimo gilipollas suelto, opinando de todo en tertulias de mierda ¿Que importancia puede tener la palabra ignifugo, en manos de dos mujeres de su casa? Lo realmente importante es que el sujeto en cuestión tiene una vecina que lo respeta, lo quiere y lo llama como le sale del toto, solo porque vive puerta con puerta. Esto, queridos amigos, es ciencia infusa y lo demás farfolla.

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