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martes, 5 de abril de 2011

LAS CUEVAS DE JAVIER

LAS CUEVAS DE JAVIER
La vida se rompe por circunstancias, las de este hombre ya están casi olvidadas, el caso es que la oscuridad ha llegado a su vida, la salida de la cueva hace ya tiempo que se  perdió de vista. Todo el mundo lo conoce, alguna vez te lo has encontrado por la calle, mirada perdida, mal vestido, sin calzado, insensible al frío, sin ropa de abrigo. Mendigo, recolector de cabinas, alma en pena que no para en su viaje a ninguna parte, vive en nuestro pueblo, pero nadie quiere verlo pasar a su lado, todos desvían la vista, tratando de no verlo. Cuando ya es muy evidente, la piedad asoma a los rostros de la gente, caras de dolor, por una vida rota, gestos  de conmiseración a su paso ante el desastre sin solución. Ahora esta mal, muy mal, las personas mayores a las que se acerca le suelen dar  alguna moneda, él las mantiene en sus manos como si  fuera lo único a lo que aferrarse, la vida por una moneda. Noche lluviosa, la  avenida de Salobreña vacía, voy paseando el perrillo, oigo unos porrazos en una cabina, cerca del ambulatorio. Allí está, tratando de salga alguna moneda, el agua le chorrea por la cara, el parece no darse cuenta, concentrado en su tarea. Pasa  a su lado un señor mayor que le afea su acción, automáticamente emprende la marcha, buscando la parte alta del pueblo. El hombre, al pasar a mi lado, hace un gesto entre la frustración y la lastima, asiento haciendo míos sus sentimientos. Hace años que todos sabemos que Javi no es un delincuente, aunque haya entrado en la cárcel muchísimas veces, sabemos de su historia, a trozos o completa, el tiempo de buscar responsables se terminó hace una eternidad, su tiempo se esta acabando, ha quemado a todo el mundo, ya no tiene a nadie, el se lo buscó, de acuerdo, pero ahí no puede acabar todo. La ciudadanía siente vergüenza por el estado en que se encuentra este hombre, pero la solución no puede venir de la parte de los individuos, ya es tarde para eso, sino de los estamentos políticos.
Javi debiera tener derecho a dormir bajo techo, preservado de la intemperie y llevar una vida digna. Evidentemente  debiera de ser internado en algún sitio y  salvarlo de su ruina actual, para tomar tales decisiones tenemos una flamante  concejalía de asuntos sociales y  una oposición la que se lo puede demandar, pero nadie tiene interés en el tema, están a otra cosa. Queda bonito pedir infraestructuras pero no es estético arreglarle la vida a Javi; es enrollado pedir carreteras pero no luce atreverse con el problema de Javi. Cualquier día, dentro de poco, la vida de Javi se puede acabar, solo, abandonado, como un perro; terminará así su paso por el valle de lágrimas que ha sido su vida, si eso pasara, Dios no lo quiera, este pueblo será un poco menos pueblo. Con concejales y todo. Y nosotros nos sentiríamos como una mierda.

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