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viernes, 18 de mayo de 2012

LA ÚLTIMA JORNADA

En fútbol la historia se repite cada temporada, explosión de sentimientos al finalizar la ultima jornada de  liga, la alegría y la tristeza van por barrios, los que se han salvado tan contentos y los que palman, llorando su desgracia. Todo comienza muchos meses antes, al planificar la temporada, entonces comenzaron las malas iniciativas pero nadie notó la diferencia, en enero un intento de  remendar la situación, comprando deshechos de mercado; lejos de arreglarse, el lío engordó, las voces discordantes emputecieron el ambiente pero no ayudaron, se cambió al entrenador y nada, en ultima instancia se recurrió a un hombre humilde, de la casa, con la tradicional receta de echarle cojones, usease lo que en castizo vienen siendo parir o reventar. El caso es que el ultimo día algunos ya están  condenados, otros logran llegar vivos, de puro milagro, aferrándose a un minúsculo  porcentaje de posibilidades para escapar de la quema, mientras que unos terceros, contra todo pronostico, pueden palmar casi sin haberse enterado: Hace cuatro domingos tenían números para vivir un final de liga relajado y ahora se ven necesitados de una victoria salvadora, in extremis. Lo más grave es que el año siguiente vuelve a pasar lo mismo. Los que se van al hoyo son los que no han dado una a derechas, la justicia del fútbol hace que las ligas las ganen los equipos que pierden menos puntos. Una  perogrullada  que acaba haciéndose visible el último día, ya tarde, cuando se echan de menos los puntos entregados tontamente. Decía  Bilardo (un canalla, obseso del fútbol y faltón) que en el fútbol se gana o se pierde por pequeños detalles que no se trabajaron. Para demostrarlo contaba siempre una anécdota: "Todos los días de semana en los entrenamientos, de dos a tres de la tarde, hacía que el Bocha Ponce le tirara centros a Hugo Gottardi para que cabeceara; todos los días. Una tarde fuimos a jugar a Córdoba; en medio del partido, Ponce tira un centro y Gottardi, de cabeza, convierte. A la mañana siguiente leo en un diario: Con un oportuno cabezazo ganó Estudiantes. ¿Oportuno? ¡Hacía cuatro meses que los tenía todos los días de dos a tres de la tarde tirando centros Ponce y cabeceando Gottardi!". En la vida real suele pasar como en el fútbol, la situación de nuestro país tiene muchas similitudes con el campeonato de liga, hemos cumplido, hasta ahora, con todas las fases de un equipo que puede descender, desperdiciando nuestro crédito en gilipolleces, perdiendo fuelle de mala manera, ahora no queda otra que el tiempo de la heroica (los cojones en motrileño antiguo), tratando de revertir la situación a ultima hora, con el agua al cuello. La tarea es ver como pasamos nuestra última jornada, si riendo, o por el contrario, llorando a lágrima viva, de nosotros depende. En fin, como dicen los toreros !Que Dios reparta suerte¡ ….!Y que nos toque a nosotros¡

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