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jueves, 4 de octubre de 2018


LA CUENTA DEL VIEJO



A vueltas con las pensiones todo el día en los medios de comunicación, declaraciones airadas de los miembros de las clases pasivas de este país. Se ha formado un verdadero lobby  con la gran bolsa de votos que suponen millones de personas sostenidas por el erario público, dicho esto en sentido literal. El dinero de las pensiones, forma parte de una importante partida de dinero del total de los presupuestos generales del estado. Hace unos meses se hicieron manifestaciones pidiendo subidas de todas las pensiones, los sindicatos se pusieron a la cabeza de dichas manifestaciones, haciendo de interlocutores justicieros, en demanda de mejor salario para los jubilados. Nadie parece caer en la cuenta de que cualquier dispendio a favor de unos lo pagan otros, dándose el caso curioso que la renta de los hijos y nietos tendrán que sostener la reparación del daño, detrayendo de otras partidas y desviándolas en la dirección de la bolsa de las pensiones. Es decir que habrá miles de kilómetros de carreteras y demás infraestructuras que tendrán que dormir el sueño de los justos, en espera de mejores tiempos porque el dinero cogió otro camino. La mala noticia es que los hijos y los nietos tendrán peor vida que los abuelos. Tengo sesenta y dos años, debiera de defender la postura contraria, pero tengo dos hijos y me viene mi primer nieto de camino; Me da vergüenza hacer una pelea sindical para que mi pensión se revalorice por encima de otras necesidades sociales, entiendo la otra visión, pero definitivamente no la comparto.  Desde hace muchísimos años (no se la cantidad exacta) escribo esta columna, haciendo uso de mi derecho a la disidencia, alguna vez me he llevado un restregón por emitir opiniones contrarias a la corriente principal, esta vez, probablemente será una de esas tantas. Me parece un mal ejemplo de conciencia social presionar para que las pensiones suban, como si fueran una fuente de producción, porque si bien hay algunas decenas de miles de pensiones mínimas (esas ya debieran estar subidas), el resto quiere una subida de sueldo y de renta, cosa que matemáticamente es imposible. Ya hay gente que ha cobrado más años de pensión que tiempo trabajado, cada vez se agudizará más el problema  por el constante envejecimiento y la falta de nacimientos de nuestra sociedad. Si no se para alguna vez, nuestra muerte económica pasará por un país empobrecido sin infraestructuras pero pagando  vacaciones del Imserso y subiendo las pensiones a ritmo de ipc. Y yo a eso no me apunto, por muy viejo que me este poniendo.

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