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domingo, 23 de marzo de 2014

ROTONDAS TE DA LA VIDA

Hasta hace poco el concepto no había llegado a nuestros pueblos, las rotondas o glorietas eran algo característico de las grandes ciudades, en el resto del país nos apañábamos con los cruces normales, en estos los conflictos de preferencia de paso, se resolvían al modo tradicional español, lo que viene siendo pasa el que tenga mas cojones o bien cada uno para su bolsa. Así era en la practica, el que mas redaños le pusiera, acababa por tener preferencia. Ha quedado para la historia el cruce del Mediterráneo (los castizos saben de que hablo, el resto que pregunte) . En los años sesenta dicha intersección incluía de serie un guardia urbano, grato recuerdo para los que ya tenemos una edad. El guardia mas característico de aquel cruce, sin lugar a dudas, fue el bueno de Miguelico. Momentos de gloria, haciendo gestos extraños, dando paso a todos lados a la vez, saludando a los peatones y pegándose desmarques al Rex a atizarse un capazo, todo casi el mismo tiempo, hombre entrañable al que todo el mundo apreciaba ,a pesar de los pifostios que formaba. En este cruce, cuando llegaba la navidad, la gente regalaba a los servidores públicos, cajas de quintos y diversos presentes ,como reconocimiento a su labor, curioso paisaje del cruce, con el guardia dirigiendo el trafico junto a una montaña de cajas de refrescos. Mas tarde llegaron los semáforos quedando relegados los esforzados policías locales a un segundo plano, aun hoy, cuando hay bulla y para acelerar el paso de los vehículos, se coloca algún fornido policía (nada que ver con aquellos viejos municipales) arreando con el pito a vehículos y transeúntes, momento de nostalgia para los que conocimos a la vieja guardia. Las rotondas han acabado con todo vestigio de control en los cruces, regulándose el paso de vehículos entre los propios conductores, al principio fue un coñazo pero poco a poco nos hemos hecho a la mecánica de juego y la conflictividad ha bajado mucho. A la sombra de las grandes rotondas han aparecido negocios lucrativos de todo tipo que dejan en pañales aquel día del aguinaldo de los viejos municipales. En algunos cruces, apostados en las salidas ,vendedores de todo tipo de loterías, haciendo las delicias de los conductores, mientras esperan su turno para entrar a dar vuelta y vuelta se puede jugar con el destino, vendedores de frutos de la tierra se ofrecen en otros sitios oportunos de las rotondas de cada pueblo. Pero el negocio estrella de la rotonda es el comercio carnal, no hay rotonda estratégica en la que no aniden las trabajadoras del amor, no voy a hacer yo ningún juicio moral sobre el asunto( en ese charco no me meto, de momento). El oficio mas antiguo del mundo ha encontrado otro canal de distribución y a juzgar por su proliferación debe de ser un buen negocio, de las casas de lenocinio hemos pasado a las rotondas de lenocinio. Así las cosas, se da el caso de que en algunos pueblos hay mas rotondas que bancos, lo cual da como resultado que en otros haya mas bancos que rotondas. En la actualidad, no se sabe a ciencia cierta, todavía, si el numero de hijos de puta esta relacionado con el numero de rotondas por pueblo o en su defecto con la cantidad de bancos, todo se andará.


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