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viernes, 2 de noviembre de 2012


WA NTED

Una foto o un dibujo clavado en la pared, en letras grandes esa palabra y debajo las hazañas del interfecto, un poco mas abajo, la palabra Reward y la cifra en dólares de recompensa por el forajido. Así era el salvaje oeste que conocí en los cines de mi época, hace ya muchos  años. Búsqueda a cambio de una recompensa, esa era la historia , gente reclamada por cometer delitos, a la que daban caza por un puñado de dólares. Otros tiempos otras historias, en la actualidad faltaría dinero para pagar recompensas, por traer del ronzal a algunos políticos irresponsables, se acabó su época de esplendor. Cualquier artista se creía con derecho a dilapidar la pasta en proyectos absurdos a costa del presupuesto (siempre deficitario) del pueblo, la provincia, la autonomía, el gobierno central o la comunidad europea. Había virtuosos que esquilmaban a varios eslabones de la cadena e incluso, los mejores depredadores, tangaban a todos y cada uno de los actores de esta comedia de poder. La tragedia es que esto ha sucedido porque toda la cadena esta inconexa entre si, cada eslabón es un mecanismo de poder independiente obrando  por su cuenta, nadie traza la trayectoria, mas allá de su roal, la miopía ha matado nuestros recursos económicos . Algo tan simple como tener en cuenta el entorno para disponer las inversiones es fundamental, pero es una tarea titánica, para  el reino de taifas en que hemos convertido España. Nadie se deja gobernar por nadie, cualquier intento de regular este desastre, es desestimado por la posible perdida de autonomía del ente interesado, nadie abandona poder en manos de otro. No existe un organismo que articule una política común, multitud de administraciones  dirimen sus intereses  a lo polla, mirando un metro por delante de sus narices. Se da el caso de que una autonomía prime las energías renovables mientras que treinta kilómetros mas adelante, otra este montando una térmica, quemando carbón a todo pasto. No hace tanto, dos pueblos se peleaban por alumbrar un gran centro comercial, subastando metros y puestos de trabajo, sin medir los efectos colaterales de tal decisión, ellos solo veían el beneficio para su pueblo, el perjuicio para la comarca no era de su incumbencia. No hay  un plan, el reino  de los  cortos de miras, nadie calcula lo que va a costar nada, la simpleza lleva a los políticos a tomar medidas insensatas, sin medir las consecuencias. En Andalucía el cuarenta por ciento del suelo industrial esta yermo, por falta de actividad  (y el resto lleno de almacenes de todo a cien). Palacios de congresos vacíos por falta de iniciativas y sobre todo de presupuesto para mantenerlos activos (algunos se pagan sus gastos de luz, alquilando salones para bodas y banquetes). Plazas de toros para sembrar papas, instalaciones deportivas sin estrenar, multitud de proyectos de dudoso éxito, puestos al servicio del reyezuelo local. En resumen, una estructura política sin pies ni cabeza inoperante y absurda. Se busca, gente con luces, que quiera gestionar presupuestos sin déficit, se recompensará  con la satisfacción de ver la tarea bien hecha y el orgullo de haber cambiado la vida de sus conciudadanos, abstenerse inauguradores, ponedores de primeras piedras y dadores de noticias de mierda.

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