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martes, 23 de octubre de 2012

LAS RATAS, EL BARCO, LA FAMILIA
Antiguamente, en el tiempo donde los barcos tenían casco  de madera, los marineros contaban que cuando las ratas, indeseados habitantes de las bodegas,  se lanzaban al mar, había que dar por cierto un inminente naufragio. Estos animales tenían un sentido especial que les hacía buscar la muerte antes que vivir la tragedia, justo seria decir que a veces, la situación se revertía y el barco se salvaba de la quema por poco, quedando el colectivo ratero como único damnificado del amago de naufragio. En  España esta pasando algo parecido a los barcos antiguos, duele el murmullo de las ratas, ascendiendo desde las sentinas del estado, tratando de abandonar el barco a la deriva.
Mientras, el pueblo y los que conservan alguna esperanza, luchan contra  la tempestad económica y política, con los últimos restos de moral que queda. Héroes de causas casi imposibles, situación esta a la que los españoles somos muy dados, tiempos de ruina tiempos de gestas. Todos los días te enteras de que han despedido al enésimo amigo/conocido/pariente, el damnificado busca refugio donde buenamente puede, esperando a que amaine la tempestad. Frente al pánico roedor, la única institución que soporta el castigo con dignidad  es la familia, dando asilo al que lo pide, el ultimo bastión, donde se refugian las bajas causadas por la depresión, un gran porcentaje de los desterrados por la crisis, se asilan con algún familiar. Justo es reconocer que el perfil sociológico de la familia española, proviene de nuestra educación judío-cristiana. Nuestros ancestros nos grabaron a fuego aquello de que a los tuyos con razón o sin ella. Muchas referencias bíblicas, nos guían en los deberes para con nuestros familiares, valores  que rigen  esta milicia familiar  que salva de la ruina a muchísima gente, manque le pese a mas de un progresista, que  siguen sin enterarse, argumentando que  abominar de nuestra cultura es moderno y se lleva mucho. Raza de roedores a los cuales les debemos gran cantidad de los problemas que arrastramos hoy en día, gilipollas timoratos que viven de los últimos  veinte segundos de nuestra historia y con arreglo a estos, hacen un credo nuevo cada cuarto de hora. Cebollas que  huyen del barco en el primer bandazo, ratas gordas que han vivido de la subvención a mesa y mantel y que ahora se quejan de que la vida esta muy mala, mas que nada porque el grifo se ha cerrado, candidatos a coger la pancarta, a ver si medran y nos esquilman otra vez. Un sobrino mío comentaba, indignado, que  en España, las elecciones a cualquier cosa, se las costeábamos, por ley, a los candidatos, mientras que en Estados Unidos hasta el mismísimo presidente, se tiene que pagar su campaña electoral (con contribuciones de sus electores). Impensable que  en los Estados Unidos sea la administración la que  sufrague tu aventura en las urnas, si quieres campaña te la pagas tu.. Igualito que en España, democracia a tutiplén gratis con cargo a los de siempre.Aquí la democracia, aquí unas ratas. 

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