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miércoles, 18 de abril de 2012

Las cosas de Noé

Dios le dio el soplo al bueno de Noé , le encargó que hiciera un barco para dar cobijo a su familia y a una pareja de animales de cada especie, no tenia guasa el encargo. Rodeado de desierto, la lluvia era un fenómeno raro, el río mas cercano estaba a quince kilómetros del astillero. Se puso manos a la obra obedeciendo la orden divina, la historia se centra en el mensaje pero muchos detalles no se explican en toda su extensión. No hace falta ser un lince para imaginar los golpes de cebolla de los vecinos, al pasar por la finca familiar y ver el armazón de un barco en mitad del secano. El nombre de la esposa no figura en el relato bíblico, lo cual de una pista sobre la inexactitud del mismo. Si a mi se me ocurriera meterme a hacer una arca, así, a lo polla, porque me lo ha encargado Dios, no se yo no en vuestra casa, en la mía la vida se pondría complicada , como poco. Los días serian largos para el calafate ¿Donde vas con la escofina? . Mujer al arca a dar un repasillo a las bisagras de la entrada. ¿No tienes otra cosa que hacer? ¿Así va a ser esto?. Un estrés continuo, los perros cagando en la finca, los elefantes pisando el huerto, los niños jugando con los leones, la suegra preguntando si le iban a subir su sillón (Lo de hablar de familia, sin especificar, esta bien para la biblia, pero a poco que las cosas funcionaran entonces como ahora, ese hombre debía de tener una suegra). Otra duda sin resolver ¿Compadre se consideraría familia? Yo me llevaría a mi compadre, antes que a una pareja de puerco espines !donde va a parar¡. Otro personaje seria el inefable cuñado, haciendo la pregunta del millón ¿Echamos la barbacoa?. Ese hombre caería en la cama destrozado, momento que posiblemente aprovecharía la innominada esposa, para darle el ultimo puyazo del día: ¿Has bajado la basura al contenedor?.
Comienza el diluvio, Dios siempre cumple: Voy a mandar un golpe de agua que va a salir el Sol haciendo el muerto. Dicho y hecho, todo el mundo de bulla y carrera, a pillar sitio en el arca, viendo subir el nivel de agua, portazo y mano a comer migas, que es lo que pega en estos casos. El chaparrón duró cuarenta días y cuarenta noches, pasados los primeros momentos de euforia , la cruda realidad golpearía a Noé: La suegra quejándose de reuma, los niños dando por culo con los animales, el cuñado, a pique provocar un incendio con la barbacoa de tres patillas. Todas las noches caería el hombre derrengado con tanto lío, en algunos momentos pensaría si la prueba no era demasiado dura para un solo hombre. A punto de dormirse se oye la voz de su mujer !Noé¡ !Noé¡ ¿Le diste con la escofina a la puerta de entrada? ¿Estará entrando el agua?. 
Al buen hombre le sale del alma: !Señor llevame pronto¡ . 
El señor, contento con el trabajo del arca y efecto del diluvio, ni le echó cuentas, lo premió con una larga vida y una familia muy grande. Ahora vas y lo cascas.

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