COSAS DE PERROS
Las perreras están llenas de
fracasos de convivencia entre personas y perros. Ladridos histéricos de
animales enjaulados, desorientados, bofetadas a una sociedad
fracasada. El capricho de traer un
perrito a casa, sin meditarlo, es un mal plan, con muchas posibilidades de que
la cosa no acabe bien. La familia y no uno de sus elementos, adquieren una
obligación que se extenderá durante toda la vida del perro. No vale que un
individuo quiera un perro, el resto de la familia tiene que estar de acuerdo en
colaborar ayudando en lo posible. En la inmensa mayoría de los casos, la
aceptación de este compromiso se hace por mayoría simple, con algún voto en
contra, siendo poco frecuente el compromiso de todos los que viven bajo el mismo
techo. Este detalle hace que el perro sea motivo de tensiones por aquello de: ¨Yo
no quería perro¨. A tener en cuenta, con la llegada del perro un detalle importante:
Los perros mean y cagan y lo hacen todos los días. Un perro viene con cagadas y
meadas de serie, cuando los humanos nacemos nos cagamos y meamos en los
calzones, como poco, durante el primer año. Tu mama te quita la majada del
pañal y encima te ríe la gracia, oliendo a mojones encendidos, pero mama no le
importa, te hace cucamonas mientras te limpia el culo, las ingles, poniéndote
crema en las partes pudendas. Y así hasta la próxima cagada, a nadie se le
ocurre regañarte, limitarte las veces, ni mucho menos darte de periodicazos en
la cabeza cada vez que te meas o cagas. Pero con los perros la cosa cambia, hay
una leyenda mediante la cual puedes educar a tu perrito de tres meses (un bebé) para que
haga sus necesidades las veces tú digas, cuando tú quieras y donde a ti se te
antoje y encima nos tiramos el pisto de
que hemos adiestrado a nuestro perro. Ahí empieza la primera lección de
humanidad del animal al desalmado que no hace nada por entenderlo. Por razón
de mi actividad en la unidad canina, he visto muchos perros infelices,
esforzándose por entender a un amo que
tiene una idea absurda de lo que debe ser el adiestramiento, también conozco las caras de los que ya han desistido de echarle cuentas a un amo al cual nunca entenderán . Hay distintos
baremos para enfocar la educación canina, basados todos en para lo que tú
quieras el perro. No es lo mismo lo que debe que aprender un perro de rescate
que un perrito de compañía, aunque ambos deberán tener comportamientos y
sociabilidad similares, la exigencia no es ni parecida. Mi recomendación es que
cuando alguien quiera tener un perro se deje asesorar por algún entendido sobre
raza o posibilidades de adoptar y luego
fije el objetivo de enseñar a su perro a convivir con personas y otros
perros. En algunos ayuntamientos existen parques caninos donde se enseña
educación canina para la convivencia. En Motril lo único que hay son
descampados, así nos va.
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