Jesús va de boda
Pedazo de boda en Caná, invitado Jesús,
su madre, y los apóstoles. Con tan buen ambiente que empieza a faltar vino, María le dice al niño:
Ya no tienen vino. La contestación del niño: Mama y a mi que me dices, pero
ella insiste, se pone pesada, tanto que
con unas cantaras llenas de agua para lavarse, monta el milagro de mudar el
agua en vino. Luego viene la explicación moral del asunto, pero esa es otra historia. Lo que no cuentan los evangelios, pero muy comentado entre los corintios efesios y demás peña, fueron
a partir de entonces, las fatigas del cartero de Nazaret, llevando a la carpintería,
sacas y sacas llenas de invitaciones de boda. Estoy en el trance de que se me
casen mis niños, en dos años facturo a mis retoños con sus respectivas, otra
etapa mas de la vida. Mientras el gran día llega, el lío es curioso, por la parte que me toca, trato
de mantenerme al margen de tanto folclore. Los novios pasan tiempo con los preparativos, intentando
que todo salga bien ese día .Los demás
somos unos mandaos, intentando estorbar
lo menos posible. Me llama la atención la cantidad
de cosas que han cambiado con el paso de los años. En mis tiempos, lo de
casarse por la iglesia era el camino fijo, ahora parece todo lo contrario: Es obligatorio
casarse por el rito americano-civil, asease lo que se ve en las películas
yanquis: Música sacra como en la iglesia, flores como en la iglesia, oficiante
como en la iglesia, testigos como en la iglesia, arroz como en la iglesia,
padrinos como en la iglesia y todo esto sin estar en la iglesia. Parece como si abjurar de nuestra religión
madre esta de moda. Al mismo tiempo las
posibilidades se han multiplicado: Hay gente que se casa por el rito zulú va a
las Vegas y bendice el matrimonio el mismísimo Elvis. Los patrones del
progresismo llaman a vilipendiar solo nuestra
religión, hacerlo con las demás religiones seria falta
de tolerancia. El caso de los matrimonios mixtos es más flagrante si cabe: Si alguien de religión cristiana se
casa con otro de religión ortodoxa, por ejemplo, se celebran dos bodas y eso es
progresista y tolerante. Pero si un católico se casa con un ateo, es moderno no
casarse por la iglesia, porque el ateo manda sobre el creyente, modelo este de
respeto, digno de un estudio sociológico. En el caso de que el ateo se casara
con una japonesa, entonces estaría bien visto que fuera al país de origen y dando ejemplo de respeto,
se casara por el rito sintoísta, haciendo genuflexiones con una gavilla de varillas de incienso entre
las manos, vestido un kimono de seda y
un moño recogido con una peineta de jade. Lógicamente todo con su correspondiente fiesta flamenco-japonesa. Animando el evento con
katas de karate, arroz blanco y muchas botellas de sake. No soy católico
practicante, ni falta que me importa, pero me molesta que se le falte el
respeto a la religión de mis padres y
toda mi casta, cambiándola por folclore
americano. A cada uno lo suyo y lo de los demás respeto, como poco igual que a los americanos.
De estos cabe decir que han llegado a la
luna pero todavía no han tenido cojones
de transformar el agua en vino. Eso solo lo ha hecho Jesucristo por no oír a su madre y el
tabernero de La Muerte Acecha por el maldito parné. El uno nació en el Portal
de Belén y el otro cerca del Balate del Ceporro.
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