ESTO ES SENCILLO
España es un gallinero, a estas
alturas no queda nadie que no cacaree
soluciones, cada uno cree que dispara en
la dirección correcta, aunque por pura matemática, eso no puede ser. No
hay tanta solución para el paquete de
problemas que arrastramos, aunque estos sean antiguos, recientes o medio
pensionistas, la edad del problema es lo de menos. Podría decirse, sin temor a
equivocarnos, que no todas las soluciones son efectivas, hay tal inflación de
soluciones que ahora el verdadero problema es dar con la adecuada para cada
situación. No es arriesgado afirmar que muchas de las soluciones que se
plantean, para salir de la crisis, son una autentica mierda, dicho esto con
todo el respeto del mundo, por muy mal que huela el asunto. Un ejemplo es el comentario
que escuché en la calle a un padre de la patria cualquiera ( Si, la patria, esa
huérfana con mas parientes que la virgen).El tipo argumentaba con contundencia, los brazos en jarras y
utilizando la tradicional coletilla :¨ Esto es sencillo ¨ (los cojones
sencillo): ¨ Le pagamos a cada trabajador mil quinientos euros al mes y así
movemos la economía ¨ . No mencionó (seria un descuido) de donde iba a sacar
los 1500 napos por trabajador, sonaba a no trabajar y que le llevaran a la
casa los mil quinientos del ala, es una
interpretación libre. Parece mentira pero a estas alturas, todavía existen nostálgicos de tiempos pasados, aferrados
al consumo como la deidad salvadora.
Según esta teoría, los buenos patriotas
son los que despilfarran el parné, para que la nación este boyante y prieta,
con crecimientos espectaculares. Casas a cincuenta millones, los coches a ocho
kilos y los bares a reventar de gente, pidiendo raciones de caviar con morcilla
y butifarra. Pero la cruda realidad es otra, de aquellas casas de cincuenta
kilos no quedan más que los huesos de las hipotecas, la mayoría de ellas, arriadas en cientos de edificios vacíos.
Campas atestadas todo-terrenos, signo de grandeza de tiempos pasados, todos del
modelo echarle cojones al vecino. Un sin fin de aires de grandeza, estrellados
como mosquitos, contra el parabrisas de la realidad. Recuerda: cuando alguien a
tu vera, empiece a dar doctrina con la famosa coletilla: ¨ Esto es sencillo ¨.
No le hagas ni puñetero caso, lo siguiente que oigas será una gilipollez
que probablemente te acabe dando el día.
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