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sábado, 24 de marzo de 2012

Revoluciones por minuto

Desde el instante que Antonio Lobato, el famoso locutor calvo, se hizo cargo de las carreras de formula uno, se montó una suerte de secta, muy parecida a la ya existente de seguidores de las carreras de motos. En el caso de los moteros pueden recrear, de lejos, las sensaciones de conducir motos similares a las que llevan sus ídolos, los seguidores de los coches lo tienen mas difícil, como no hagan ruido, inflando los carrillos, no se yo que sensaciones pueden compartir con los pilotos del gran circo de la velocidad. Nunca antes se había dado, en España,tal fenómeno de seguidores de la velocidad ,en coches, aunque siempre habían existido leyendas de la velocidad. Fue Fernando Alonso desató la fiebre de los domingos ,con sus triunfos, pero el merito es casi todo del que vende la mercancía. Tiene su merito mantener ,durante todo el fin de semana, el interés y la atención, primero con los entrenamientos libres después con las clasificaciones y el colofón de una carrera ,que salvo tres minutos de adelantamientos, suele ser un tostón. Antes de empezar ya se adivina quien puede ganar y se sabe seguro quien va a perder. El bueno de Lobato y sus ayudantes, montan el espectáculo, de tal manera que la audiencia queda encandilada con expresiones como: Las ruedas blandas no le van a los Mercedes. El Renault no abre bien los giros a derechas porque los alerones arrastran por el suelo. El Ferrari tienen problemas con el tubo de soplado y han tenido que retirar parte de sus protección trasera. Los Mclaren han dado con un resorte para levantar el Kers mas rápido que nadie. Este tipo de comentarios u otros parecidos, son los que se hacen en cualquier retransmisión de carreras de coches. Los incondicionales, en sus casas, con las pantuflas puestas,hincándose una cerveza, opinan sobre la materia como si estuvieran en los boxes del equipo de sus amores. Atentos a cualquier soplo proveniente del circuito, como si las posibilidades de toda la parrilla fueran las mismas. Impagables comentarios de los adictos a las carreras, apenas rascas en la superficie, descubres al hoolligan que llevan dentro, cualquier día empiezan a bañarse en la fuente,cuando gane su piloto favorito. Se echan cojones unos a otros , con comentarios sobre los neumáticos: ¡¡Es que tenia que haber cogido los blandos¡¡ o sobre la velocidad punta: ¡¡ Es que el kers de los Mercedes no es legal¡¡ .Se puede dar el caso de quien hace estos comentarios conduzca un utilitario, de ultima generación, con extras tan sofisticados como escobillas con doble alerón, de pasta, muñequitos colgados del retrovisor, parasol con el Indalo y por supuesto ambientador eléctrico enganchado al mechero. Las carreras son un pasatiempo como otro cualquiera, no hay mas, si acaso una irritación cuando no gana tu coche, siempre hay gente dispuesta a cabrearse por todo. Lo mejor de esta historia es que el hombre conserva intacta las capacidades de imaginación y fantasía, a lo que dedique estas habilidades y su esfuerzo, amigo mio, eso ya es otra historia.

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