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jueves, 3 de noviembre de 2011

La culpa es de la hormiga


El labio flojo se les ha debido quedar a algunos oyendo las declaraciones de  nuestro presidente en la conferencia iberoamericana. Sin temblarle el pulso, ha exigido medidas para incentivar la economía mundial,  lo dice el mismo tío que regaló 400 euros por cabeza, sin venir a cuento, porque si, como íbamos sobrados para que guardar, mejor repartir. Los costaleros de las medidas, según el presidente, son dos grupos,  uno formado por los países emergentes y otro el grupo de países que mejor previnieron el tsunami económico, usease los que se comieron su mierda económica, la han masticaron y ahora tratan de digerirla como pueden. Los primeros, los llamados países emergentes, supervivientes de  décadas de ruina, acuciados por  deudas externas abusivas, prestaciones sociales ínfimas y condiciones precarias de vida. A ellos señala nuestro dirigente junto al grupo de países, encabezado por  Estados Unidos, Alemania y Francia, fuera aparte del gobierno chino que a estas alturas, ya  es el dueño de todos los polígonos industriales del país. Digo yo ¿quien es este tipo para dar consejos a nadie? ¿Que pensaran de nosotros? ¿Quiere provocar que nos digan tontos en diez idiomas? A lo mejor es un récord Guiness que quiere batir antes de irse. En estos días ha salido la encuesta de población activa, eso si que es un récord difícil de superar, es imposible que un país con catorce millones de trabajadores activos soporte cinco millones de parados. La familia y el trabajo en negro parecen ser los principales argumentos que sostienen una situación tan extrema, según nos explican  los sociólogos que han estudiado el problema. Pero hay otra explicación: El pueblo llano no le fía nada a sus dirigentes, han abandonado todo lo que significa la estructura del estado tal como nos la quieren vender. El ciudadano sin salida, se busca la vida fuera del sistema, renunciando a todo lo que suene a esa feria de las vanidades que son  diecisiete gobiernos autonómicos, diputaciones, parlamentos, toda esa tramoya  ya  se la trae floja, el objetivo es sobrevivir, fuera de tanta basura. Lo que tampoco se lee en las encuestas es que mas de la mitad de los trabajadores han abandonado el país quedándose en él, se han pasado a universo paralelo, dando muestras de  que  les importa un pijo lo que hagan las castas dirigentes. Pero el arreglo de todos nuestros males parece estar cerca, los que han apechugado con la carga mas dura, asumiendo decisiones impopulares y cambios en todos sus estamentos, nos van a echar una mano, así de tontos son ellos, con lo listos que somos nosotros. Nos van a arreglar el asunto porque sí, porque les caemos bien, a pesar de habernos gastado lo que no teníamos, vivir en una farra continua, echándole cojones a todos esos esforzados trabajadores centro europeos que en su día , asumieron retos descomunales, a base de esfuerzo y sacrificio (recuérdese la reunificación de Alemania). La culpa de que nosotros estemos tiesos es de......bueno ¡¡¡Que nos salven y ya esta¡¡¡ . La vieja fabula de la cigarra y la hormiga adquiere una nueva dimensión en nuestras manos, mejor cantar durante todo el verano y cuando comience el frío.....que la hormiga se estire y apoquine, en el caso de que se negara,  juicio sumarísimo y condena a muerte, por insolidaria, las prestaciones sociales de la cigarra son intocables. El día de la ejecución, la pobre hormiga es llevada a cadalso y fusilada con Bloom, el sopor del insecticida le empieza a hacer efecto, en ese momento  ve como la cigarra se agencia la  comida recolectada por ella durante todo el verano, al grito de ¡¡ Semos  pobres¡¡¡ el ultimo aliento de la hormiga es para gritar : ¡¡¡Vosotros no sois pobres, sois unos hijos de puta¡¡¡.

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