El fin del mundo

EL FIN DEL MUNDO

En la antigüedad, cuando la estructura social existente era la tribu, había personajes encargados de tener sujeto al resto de los componentes del grupo,acojonado al personal, eran los brujos de la tribu.Curanderos,curas y hasta profetas, todo el poder acumulado en una sola persona, directores espirituales y mantenedores de la superstición, bridas fundamentales para que ningún miembro del grupo se saliera del carril. En la actualidad  lo de acojonar y manipular se ha popularizado, cualquier tonto (o listo) que se precie, tiene a mano herramientas de comunicación para meterle miedo al personal. La  ONCE lo vio claro, rápidamente montó un sorteo el día once del mes once de este año, once millones de Euros el primer premio y para mas inri puso el sorteo a las once de la mañana, indudablemente los ciegos son los tíos con mas vista de este país, a estas horas habrá un millonario más, fuera aparte del señor ONCE, que habrá creado un conflicto de trafico en el banco donde ingresa los hallares de la rifa de la superstición. Parejo con esta campaña de publicidad, una legión de brujos, adivinos y profetas de media obrá, han amenazado durante meses con el fin del mundo para la misma fecha, no acaba de ver uno  el propósito de tanta amenaza, si llevar razón en sus predicciones o joderle el sorteo al señor once. El mundo se va a acabar, es fácil decir semejante perogrullada, sale gratis, la aproximación ya es mas difícil, la fecha es lo complicado. No parece haber ninguna multa para el que falla,  ni siquiera  le meten recargo en la contribución, ni nada que se le parezca. En la antigüedad cuando algún adivino  metía la pata al leer las entrañas del animal sacrificado, se le castigaba con la muerte, hecho este que hizo desarrollar, de manera exponencial, el lenguaje de lo insulso hasta limites absurdos, de tal manera que la pregunta concreta del interesado, solía ser  contestada con una sarta de inexactitudes que en si,decían una cosa y la contraria, todo por conservar la cabeza en su sitio. Dicho lenguaje perverso ha sido adoptado por los políticos, en la actualidad no hay cojones de enterarse qué va a hacer un político, sobre cualquier cuestión que se le pregunte. Todo parece sujeto a interpretación, como el tío de las entrañas, la diferencia es que al político le sale gratis, en caso de que el viento cambie,el mantendrá que  nunca dijo eso sin ningún pudor, nunca hay castigo para el mentiroso, casi no tiene merito mentir, de barato que sale. Lo del fin del mundo es cosa sabida, cada persona es un mundo, su mundo se acaba cuando el individuo enfila el carril del sequero, el mundo , para él, se ha acabado, lo que queda es el solar . Vivir obsesionados con el paso del tiempo, impide disfrutar de muchas cosas, sin ninguna necesidad pues es publico y notorio que el mundo no se puede acabar, mientras quede pendiente, un sorteo de la ONCE  y esos,por el momento, no aflojan. Así que todos tranquilos, el doce del doce a las doce es el siguiente plazo.