Vistas de página en total

lunes, 10 de febrero de 2014

FILOSOFÍA  DE LO ABSURDO
Son solo quinientos metros de camino, chispa mas o menos, en el término municipal de Villa Feliz. Inauguración propagandística, fotos rutilantes en las redes sociales. En el inicio del camino, el regidor, postura imperial, rodeado de alza colas, dando cuenta al personal de lo bueno que es y lo malos que son los ausentes, la oposición, que no aportaron dinero  para hacer el camino. Quinientos metros que vuelven a hacerse presentes en las redes sociales, al rato, en una nueva inauguración, esta vez al final del camino, el mismo coñazo con un paisaje diferente, el mismo mensaje. Pasadas las horas el bobo de la tribu, en todos lados hay uno, hace un discurso laudatorio en las redes sociales del camino, esta vez con fotos desde el mismo centro, machacando con las virtudes de la obra ciclópea ….de los mismos quinientos metros, no necesitan abuela. Todos se acuestan ese día con el ego por las nubes, el camino ha dado más jugo que las naranjas del Valle. Amanece un nuevo día en Villa Feliz, los concejales hacen planes para ver lo que van a inaugurar hoy. Aquí la tercera parte de la segunda papelera del paseo, allá un letrero de las virtudes cívicas a cumplir por los ciudadanos junto con  unos folletos de como respirar el aire puro (la corporación se encargará de demostrar que es solo por culpa suya) y así una serie de idioteces que ocupen todo el día, con el objetivo claro de que la oposición no tenga espacio para maniobrar, restándoles a estos solo el derecho al pataleo. Esto es gobernar y lo demás es tontería, pensará el alcalde cargado de energía positiva, mientras los gobernados, usease los desgraciados que soportan tanta ineptitud, se joden con la zona azul a razón de doscientos napos la tirada. La policía del régimen peinando las zonas cómodas, arrimando yesca a contribuyentes que puedan pagar las multas. Inútil patrullar por los barrios conflictivos, allí no paga ni Dios, mejor en el centro, la gente tiene educación y dinero. Inaugurar no debiera formar parte de la labor política, no se contribuye al bien común cortando cintas, haciendo discursos laudatorios ni siquiera izando banderas de ningún color, Villa Feliz necesita a gente que haga una labor callada ,respetuosa con sus ciudadanos, dejando al margen todo lo que no signifique el bien común. Las campañas electorales debieran de servir, afuera aparte de insultar al contrario y prometer a fondo perdido (el nuestro), para mostrarnos el paisaje ético de la política de cada candidato, garantizando su entrega absoluta a la labor para la que se presentan. No recuerdo ninguna promesa  electoral que incluyera la inauguración de caminos canales y balates como un objetivo social. Las acciones de gobierno son su obligación, solo eso, inaugurar es éticamente reprobable, por la vaciedad de la acción, lo bueno es hacer cosas, poner proyectos en marcha y culminar actividades. El resto es broza, de aquellos cabos que portaban los burros en la monda.



No hay comentarios:

Publicar un comentario