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jueves, 13 de octubre de 2011

España Cañí


ESPAÑA CAÑÍ
Ha vuelto la España de charanga y pandereta (quizás nunca se fue), tan denostada por todos, hartos de ver como se nos encasillaba como gente poco trabajadora, eternamente dispuesta a montar una juerga ,en cualquier lugar y situación. Cuando parecía que ya habíamos conquistado  un sitio en el mundo moderno, acorde con nuestras capacidades,  la boda de la señora duquesa nos ha jodido el invento. Vaya por delante que no discuto el derecho de nadie a casarse con quien le salga del alma, pero que no nos salpique a los demás. El miércoles pasado  mi compadre Rafael Feriche y un servidor fuimos a tomar café a La Redonda, mientras Antoñico nos ponía el desayuno, eché un vistazo a los titulares del periódico, allí estaba la foto de la boda ducal, en primera pagina, se podía ver  a la grande de España bailando sevillanas, jaleada por su marido y un cura ataviado con los arreos de celebrar misa(aventuro yo, conociendo a la empresa, que el cura  ya se  habrá llevado su correspondiente rasponazo por la escenita). Al carajo los esfuerzos por presentarnos al mundo como un país serio, industrioso y trabajador. Semejante  esperpento nos habrá demolido en el exterior,la viva expresión de la juerga española,lo que nos hacia falta para acabar de jodernos. No es de extrañar  que al día siguiente, las agencias de calificación de riesgo, variaran las estimaciones de solvencia de nuestro país, con semejante espectáculo, poco nos ha pasado. Toda la estirpe ducal nacida en  Alba de Tormes, se debe de estar removiendo en sus respectivas tumbas al ritmo del conjunto  rumbero ¨Siempre Así ¨, encargados de amenizar los ataques de danza de la grande de España. Recordar aquí a Don Fernando Alvarez de Toledo y Pimentel ,segundo duque de Alba,leal servidor de dos reyes: Carlos V y Felipe II ,azote de los territorios de Flandes,Italia y Portugal, por cuenta de la corona española. Con El rey Carlos el entendimiento del duque fue total, mientras que con el segundo, la cosa cambió radicalmente, el aprecio del padre no lo heredó el hijo y eso que lo exprimió sin compasión, hasta el ultimo día de su vida. El duque tuvo, en mas de una ocasión, que pagar la soldada de los tercios de su bolsillo, luego, el monarca, rácano y cabrón, le echó cara, negando la deuda. A pesar de todos los desplantes,continuó acudiendo cada vez que fue reclamado, sirviendo lealmente a la causa de España durante muchísimos años. Fue a morir, con las botas puestas, cuando hacia la guerra en Portugal, de donde el rey, en un ataque de cojones, le prohibió volver, pese a saber de su grave enfermedad. Tiempos de  monarcas absolutos y vasallos de hierro, ahora los nobles son mas campechanos, bailarines y folclóricos, gente de adorno, para vender nuestra imagen en el mundo, a ver quien compra algo tan trasnochado y absurdo. El instituto nacional de estadística, ha hecho  una proyección matemática, confeccionando una previsión de población: Dentro de diez años, seremos medio millón de españoles menos.... ¿De que nos vamos a extrañar? Con dos bodas como esta, adelantamos el plazo en cinco años, por lo menos.

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