AL DINERO
Es la expresión utilizada por los
pacientes cuando quieren explicarte que, obviando la sanidad oficial, han acudido buscando solución por su
cuenta. Tales aseveraciones, se suelen
hacer en relatos de cómo se salvaron de una muerte cierta, gracias a su
cartera. La sanidad pública ha sido
objeto de controversia desde siempre, el comienzo de la historia fue en el año
34, siendo efectiva en el 42. El concepto gratuito es engañoso, no se trata de
que todo el que trabaja en ella lo haga por amor al arte, antes bien, todos cobran
o al menos, debieran cobrar de acuerdo con su esfuerzo. Esta
obviedad se nos olvida pronto, dedicándonos a pedir sin mesura una sanidad xxl,
como si no costara nada. ¡Hombre¡ me podrá usted decir, ¨Eso nos es así, el que
está enfermo, solo quiere curarse¨. Contra esa aseveración no vale la pena ni
siquiera replicar, pero yo quisiera saber que implicación ha tenido el paciente
en ponerse enfermo y por qué regla de tres, el sistema se tiene que colapsar
gracias a eso. Pondré varios ejemplos gráficos: Un individuo que se fuma siete
paquetes de cigarrillos al día, al cabo de los años, usa la sanidad pública
para que lo cure de una enfermedad crónica. Durante todo ese tiempo ha desoído
todos los consejos y oportunidades para dejar el tabaco y llevar una vida sana, pero en ahora demanda una solución a todas luces imposible, nunca va
a tener los pulmones como cuando chico. Una persona que sale a pasear en su moto, sin
casco y circula a 200 por hora, cuando se pega un estacazo, es tratada con
todas las posibilidades del sistema, llegado ese momento, la sanidad hará lo
humanamente posible por salvarlo, no seria de recibo exigir un hotel de cinco
estrellas ni ponerse tikis mickis con el servicio recibido. Pero voy más allá,
desde que nacemos hasta que morimos, estamos en manos de la sanidad, nuestro
sistema es uno de los mejores del mundo, sino el mejor. Esto debiera incluir el
crematorio de cadáveres, como el último eslabón de la cadena. Pero hete aquí
que algunos pueblos, tuvieron al alcance de la mano, el tener un crematorio que
hiciera más leve el trago a las familia y renunciaron a él porque era molesto
(imagina los comentarios de alguien que quiere que quiten el hospital de donde está
por la molestia que supone y los riesgos de infección que pudieran darse, lo
menos que le dirías es que es un troglodita). Hay manifestaciones muy legítimas,
reclamando mejores servicios sanitarios, pero pocas he visto yo para que se
reabra el crematorio o que la gente se no se fume cuatro paquete de ducados
diarios. En fin, la disidencia acaba resultando un continuo preguntarse porque
nos usan para unas guerras y dejan pasar las que tenemos ahí al lado. Cuando tu
familiar se muera en Motril, buscaras un sitio donde lo quemen a decenas de
kilómetros de tu pueblo, y no te quejarás, y tragarás, y no dirás nada. Bueno si,
dirás que has quemado tú difunto al dinero y lo que es peor: En el quinto coño.
La salud publica debería cargar solo con lo que corresponda, de que tú te
hinches de morcillas hasta reventar, te lo pagas tú de tu bolsillo o de los de la familia. Entonces,
amigo mío, la sanidad seria, publica, universal y responsable.