CARRIL DE POLLAS EN VINAGRE
Tan bonico, con el piso color
rojo fuerte, rayas blancas pintadas , el carril bici mola, aislado del
trafico automovilístico, preservando a los ciclistas de riesgos
imprevistos....o no. Yo no soy ciclista profesional, a mi no me echaron mano en
la operación puerto. Para ser exactos, se podría decir que soy usuario de la
bici, lo que vienen siendo un traidor, usease que el velocípedo me lleva y me trae por todo el pueblo.
En el resto de Europa, por el carril bici no van mas que bicicletas, como su
propio nombre indica. Una vez, mas lo que sirve para el resto del mundo a
Motril se le queda corto, nosotros hemos convertido el carril bici en un mundo de actividades, lo mas parecido
al parque de la Warner que se despacha en tan poca superficie. Con las primeras
luces del día comienza mi día ciclista, ir al trabajo en bici es satisfactorio,
enciendes el farolillo de delante y el de la culera, con sus alegres y llamativos destellos, avisando al
personal por donde vienes. Pero hete aquí que el carril bici lo han usado, la noche
anterior, los perros del contorno para cagar y los cabrones de los dueños para
hacerse el loco y no recoger la mierda. Tienes que ir ojo avizor, si pisas la majada de un chihuahua ni lo notas, pero
como te toque la de un gran danes, te puedes quedar pegado o caerte y lo mas
jodido: tropezar y caerte encima de otra mierda. El diseño del carril tampoco
ayuda, sospecho que el encargado de dicha labor era un tartajoso, fragmentos
inconexos de carril se extienden por todo el trazado. De pronto desaparece, te
quedas sin carril y luego aparece
quinientos metros mas allá. Llegar al siguiente tramo es una aventura en
si misma, te tienes que jugar el bigote con maña, pisando terrenos de coches,
peatones y hasta personas. No acaba aquí la cosa, afuera aparte de usarse para
que caguen los perros, te puedes encontrar con
toda una caterva de marujas andando con marcialidad en mitad del carril, que uno ha llegado a
pensar, en lo que va haciendo slalom marujil, si no sera por el color del piso,
las buenas mujeres piensan, en su candidez, que les favorecen los reflejos de color en el
chándal (algunas vestidas como para herir los sentidos). Corredores de
maratón pisando en rojo, niños en coches de baterías, seguidos de abuelos
estilo arriero. Aparcamiento en las avenidas para huevones que esperan a la
mujer en la puerta del super( no hay que ser cabrón). Señoras mayores que
pasaban por allí etc. etc. Visto lo visto, algunos integrantes del colectivo
ciclista se toman la justicia por su mano,de modo y manera que por las aceras
mas concurridas, se pueden ver espectaculares adelantamientos a cargo de jovenzuelos intrépidos, que no
cambian el gesto al pasarle a un peatón a menos de diez micras de distancia , con su briosa bicicleta (la cara del pobre
hombre es todo un poema). Vivir en nuestro pueblo tiene su gracia y con el
tiempo nos pondremos al parejo del resto de Europa.Por estas veinticuatro horas
nuestro carril bici son pollas en vinagre, en expresión castiza de Manuel, un
conocido y sin embargo amigo, nacido en la capital de la mala follá.